LA PROFUNDIDAD DE CAMPO EN LA FOTOGRAFÍA CREATIVA (I)
Por Manuel Vilela
El
factor de la profundidad de campo es fundamental a la hora de transmitir un
mensaje, expresar un sentimiento o estado de ánimo o contar una historia. Al efectuar una captura, intentamos reflejar
una realidad de tres dimensiones en un soporte de sólo dos dimensiones, lo que
nos obliga a trabajar con diferentes planos focales y decidir qué elementos vamos
a enfocar y cuáles desenfocar para conseguir dotar a nuestra composición de una
sensación de profundidad y espacio tridimensional.
Como
siempre, lo primero que haremos será seleccionar los elementos de nuestra
escena, es decir, el encuadre, para a continuación decidir su disposición en la
misma, es decir, la composición. Hasta aquí nada especial. Es lo que se hace en cualquier toma. Lo que va a añadir creatividad a nuestra composición
es el grado de definición de los diferentes elementos, es decir, vamos a
definir la profundidad de campo.
Especialmente
tendremos que centrarnos en el fondo de nuestra imagen. Si vamos a fotografiar
naturaleza muerta, deportes, naturaleza en general, retratos, etc, lo ideal
sería escoger un motivo nítido en primer plano y un ligero desenfoque del
fondo. En función de estos dos factores escogeremos los parámetros técnicos de
nuestro equipo fotográfico: iluminación, apertura, focal,
velocidad, ISO, etc. Debemos seleccionar
qué elementos de nuestro encuadre vamos a aislar del resto y si al resto lo vamos
a dejar desenfocado o vamos a aplicarle algún enfoque. A los elementos seleccionados aplicaremos un
enfoque selectivo y al resto lo dejaremos sin enfocar.
¡¡¡
Cuidado con la velocidad de disparo !!!.
Para conseguir la nitidez de un
motivo, a veces no es suficiente con una velocidad de disparo alta y exposición
suficiente, sino que habrá que jugar también con la apertura del diafragma, es
decir, con la profundidad de campo.
Para realizar una macro o una aproximación de una flor puede ser suficiente con un f8 o f10 para conservar la nitidez de todo el campo de visión de nuestro objetivo, pero con un paisaje es posible que haya que utilizar un f22 o un f32. Ya sabemos que a mayor número f (diafragma más cerrado), menos luz pasará a través de nuestro objetivo. Por esta razón deberíamos emplear objetivos muy luminosos en estas tomas. Por último, es muy aconsejable usar un trípode siempre que sea posible. ¿Porqué? Porque va a permitirnos disparar sobre motivos estáticos con una velocidad muy baja manteniendo la luminosidad o con un diafragma muy cerrado, sin perder luminosidad y sin necesidad de aumentar la ISO hasta extremos indeseados, además de mejorar la estabilidad del equipo y evitar trepidaciones, como es obvio.
Para realizar una macro o una aproximación de una flor puede ser suficiente con un f8 o f10 para conservar la nitidez de todo el campo de visión de nuestro objetivo, pero con un paisaje es posible que haya que utilizar un f22 o un f32. Ya sabemos que a mayor número f (diafragma más cerrado), menos luz pasará a través de nuestro objetivo. Por esta razón deberíamos emplear objetivos muy luminosos en estas tomas. Por último, es muy aconsejable usar un trípode siempre que sea posible. ¿Porqué? Porque va a permitirnos disparar sobre motivos estáticos con una velocidad muy baja manteniendo la luminosidad o con un diafragma muy cerrado, sin perder luminosidad y sin necesidad de aumentar la ISO hasta extremos indeseados, además de mejorar la estabilidad del equipo y evitar trepidaciones, como es obvio.
Con
esto conseguiremos dos objetivos: uno, tridimensionalidad, dando
realismo a la escena y dos, fijar la atención del espectador en los elementos
fundamentales, lo que favorecerá la comprensión de nuestra historia.
I IMÁGENES ESTÁTICAS
Sin
elementos en movimiento es más fácil realizar una buena composición de la
escena. En este caso es más importante centrarse en el enfoque, profundidad de
campo y exposición más que en la velocidad de disparo, que debería pasar a un
segundo plano de decisiones.
Si disponemos de un trípode, ajustaremos los puntos de enfoque sobre los motivos principales e iremos cerrando el diafragma hasta conseguir enfocar los objetos del fondo. Si vamos a desenfocar completamente el fondo, dejaremos el diafragma abierto y ajustaremos el exposímetro variando la velocidad de disparo hasta conseguir una exposición a nuestro gusto. En caso necesario aumentaremos el valor ISO. Sin embargo, una veces nos interesará subexponer la imagen (por ejemplo, para conseguir un efecto de intimidad en un retrato) y otra será todo lo contrario (por ejemplo, para conseguir un efecto impactante en un contraluz o en un skyline), sin olvidar que siempre es más fácil corregir una subexposición que lo contrario.
Si no disponemos de un trípode no nos queda más alternativa que buscar un punto de apoyo donde sea posible, y si no fuera posible, debemos estabilizar nuestro cuerpo como creamos más oportuno, abrir las piernas, sentarnos, arrodillarnos, hacer las tomas a primera hora del día, apoyarnos en el hombro de otra persona, etc. cualquier truco o recurso que nos permita bajar la velocidad de disparo sin riesgo de arruinar nuestra toma.
Si disponemos de un trípode, ajustaremos los puntos de enfoque sobre los motivos principales e iremos cerrando el diafragma hasta conseguir enfocar los objetos del fondo. Si vamos a desenfocar completamente el fondo, dejaremos el diafragma abierto y ajustaremos el exposímetro variando la velocidad de disparo hasta conseguir una exposición a nuestro gusto. En caso necesario aumentaremos el valor ISO. Sin embargo, una veces nos interesará subexponer la imagen (por ejemplo, para conseguir un efecto de intimidad en un retrato) y otra será todo lo contrario (por ejemplo, para conseguir un efecto impactante en un contraluz o en un skyline), sin olvidar que siempre es más fácil corregir una subexposición que lo contrario.
Si no disponemos de un trípode no nos queda más alternativa que buscar un punto de apoyo donde sea posible, y si no fuera posible, debemos estabilizar nuestro cuerpo como creamos más oportuno, abrir las piernas, sentarnos, arrodillarnos, hacer las tomas a primera hora del día, apoyarnos en el hombro de otra persona, etc. cualquier truco o recurso que nos permita bajar la velocidad de disparo sin riesgo de arruinar nuestra toma.
Veamos
tres ejemplos:
Pareja de hecho |
El motivo es único, las dos rosas ocupan la imagen y en ellas se fija
todo el interés del espectador, constituyendo así el centro del mensaje. Al
desenfocar el fondo se consigue un efecto tridimensional, y para evitar que las
rosas queden “flotando”, sin ningún soporte físico, se han dejado
intencionadamente enfocados o semienfocados algunos elementos como las espinas,
restos de ramas y pétalos. De esta forma
se dá a la composición un halo de realismo y naturalidad.
Técnicamente
es una aproximación casi simétrica con luz natural lateral sin apoyo de flash
ni trípode, con un objetivo fijo de 50 mm, f/2.2,
1/500, ISO 640 y ajuste manual.
Al
aplicar un diafragma muy abierto el fondo ha quedado completamente desenfocado,
resaltando drásticamente las dos rosas y las gotas de lluvia recién caída.
Se pretende transmitir el estado de felicidad y amor que representan las
rosas en el Día de San Valentín (día de los enamorados), con algunas espinas que sin duda surgen en el
camino de toda relación de pareja. Las gotas de agua pretenden reflejar la
frescura y vitalidad que debe tener esa relación.
Técnicamente
es un plano medio, contrapicado, con luz vespertina natural cenital sobre el
fondo con el motivo en zona de sombra, sin apoyo de flash, con un objetivo fijo de 50 mm, f/9, 1/160, ISO 100 y ajuste manual.
En
este caso se ha empleado una apertura de diafragma media, por lo que el fondo
ha quedado completamente enfocado para que se aprecie el entorno del motivo
central.
La toma se ha realizado con luz suficiente, por lo que se ha programado una ISO 100 sin apoyo de flash ni trípode. Se ha dejado intencionadamente subexpuesta para darle un toque de intimidad acorde con la puesta de sol que se intuye de la luz ambiente. Tan sólo, por precaución, se ha aplicado una velocidad de disparo mediana para congelar con claridad los chorros de agua y amortiguar los posibles desenfoques causados por el movimiento de las plantas causado por la brisa. El contrapicado y la composición vertical siguiendo la regla de los tercios contribuyen al dramatismo y grandiosidad de la escena, dado que el motivo central de la composición, la efigie del dios Neptuno, es en realidad relativamente pequeña comparada con el resto de elementos. De haberse centrado en el lienzo habría quedado muy minimizada.
La toma se ha realizado con luz suficiente, por lo que se ha programado una ISO 100 sin apoyo de flash ni trípode. Se ha dejado intencionadamente subexpuesta para darle un toque de intimidad acorde con la puesta de sol que se intuye de la luz ambiente. Tan sólo, por precaución, se ha aplicado una velocidad de disparo mediana para congelar con claridad los chorros de agua y amortiguar los posibles desenfoques causados por el movimiento de las plantas causado por la brisa. El contrapicado y la composición vertical siguiendo la regla de los tercios contribuyen al dramatismo y grandiosidad de la escena, dado que el motivo central de la composición, la efigie del dios Neptuno, es en realidad relativamente pequeña comparada con el resto de elementos. De haberse centrado en el lienzo habría quedado muy minimizada.
Rosas del Jardín Inglés |
Esta
fotografía es un paisaje urbano de naturaleza.
Técnicamente es un plano de detalle con luz de mediodía por un lado y
por el otro con apoyo de flash y reflector a 45º, objetivo zoom de 40 mm, f/16, 1/15, ISO 100, ajuste manual y trípode. El enfoque ha sido automático de 9 puntos,
con ajuste fino manual.
En
este caso se ha aplicado un diafragma cerrado para conseguir tres planos de
enfoque distintos, el primer plano de detalle enfocado, el segundo plano de
entorno semidesenfocado y el fondo muy desenfocado, pero apreciando algunos
detalles. Esto se ha conseguido gracias al ajuste fino del anillo de enfoque
del objetivo zoom. La toma se ha realizado con luz natural suficiente, sin
embargo se ha utilizado el flash de rebote para compensar la fuerte zona de
sombra opuesta a la luz solar, usando un reflector de mano color blanco para no sobreexponer. Se ha aprovechado el momento en el que la
brisa era de menor intensidad para disparar a la menor velocidad posible con ayuda
del trípode y un disparador manual. La toma está contrapicada para ampliar el
campo vertical del fondo y la composición sigue la regla de los tercios.
Se
pretende transmitir una sensación de paz y tranquilidad propias de un jardín
solitario, a la vez que cierto dinamismo y originalidad gracias a la
diagonalidad del motivo central.